La vida no te pone límites, los límites los pones tú

¡Hola a todos!

Hacía mucho tiempo que no me sentaba delante del ordenador a escribir una nueva entrada, pero es que creo que mi mente necesitaba pensar en algo nuevo, en algo que realmente me hiciera sentir esas famosas mariposillas revoleteando por el estómago. Hoy estoy aquí para contaros un poco la experiencia personal y laboral que he tenido durante estos meses atrás, aunque con más de 40 grados en la calle no sé cómo voy a concentrarme. Si en algún momento notáis que desvarío, echadle la culpa al calor.

Hay veces que la vida te advierte de que tienes que hacer un cambio. Cuanto antes. Y si no lo intentas, esa luz brillante que a todos nos caracteriza se acabará fundiendo.

Escribo este post con ilusión, detrás de estas palabras existe el sentimiento de un nuevo comienzo y muchas ganas de contaros un poquito más sobre mí. Llevo desde los 17 años trabajando, por circunstancias familiares y de la vida. Profesionalmente hablando nunca había podido hacer algo que realmente me gustara, y es que cuando tienes que luchar por salir adelante, solo tienes en la mente el objetivo de sobrevivir y algún día poder obtener algún tipo de recompensa.

Más de una vez pienso que si la vida me ha guiado por este camino es por algo, y gracias a todas esas vivencias que he tenido he crecido mucho. Gracias también a eso he conocido a la persona con la que ahora estoy felizmente, sin su presencia más de una vez habría tirado la toalla. Desde aquí te doy las gracias.

Durante los últimos 8 años he estado trabajando en una tienda de ropa de una marca importante. Ha sido un período de mi vida con momentos buenos y malos. He de reconocer que agradezco haber tenido este trabajo porque me ha ayudado a mantenerme y a tener una vida independiente. A lo largo de mucho tiempo tuve muchísima ilusión de conseguir algo, y estuve a punto, pero por varias circunstancias fue imposible sentirme realizada. Llegué a estar en una situación en la que me sentía estancada, triste, por culpa de algo que no merecía la pena. Y es que llamadme lo que queráis, pero soy de las  que piensa que  nuestro destino está escrito y mi historia no acababa en ese lugar.

Hace dos meses decidí hacer un parón –ya lo conté en Instagram–, para hacer algo diferente, y poco a poco lo voy consiguiendo, con los pies en la tierra ante todo. Me animé a hacer un curso de Estilismo y Personal Shopper, en el que estoy enriqueciéndome personalmente de cosas que me hacen ver que el gusto por la moda no es solo saber combinar un color con otro. Mi mente tenía olvidada esa necesidad de no dejar de crear cosas nuevas en tu vida, y la verdad es que quiero seguir formándome porque realmente el mundo de la moda no tiene fin y es muy bonito.

Cuando lo acabe me gustaría empezar varios proyectos, en uno de ellos quiero ofrecer mi servicio como Personal Shopper. Me encantaría hacerlo de una manera original y diferente, algo cercano. Y sobre todo, con alegría. Esta es mi forma de ver la vida.

¿Tienes una cita importante con tu pareja y quieres deslumbrarle esa noche? ¿Tienes prendas que no sabes cómo combinarlas y no te apetece comprarte más ropa? ¿Tienes un cumpleaños con tus amigas y quieres ser la más guapa? ¿No tienes tiempo para buscar ese bendito vestido para la boda de tu prima? ¿Te cansas de ir siempre con la misma ropa? Cualquier motivo es importante para verte guapa. En todos estos casos, y en muchos más, estaré dispuesta a ayudarte de forma muy fácil y siempre manteniendo tu estilo.

En cuanto me ponga en acción con esta nueva andadura os iré poniendo al tanto. Espero no haber sido un poco pesada con mis historietas, pero es que de vez en cuando no viene mal expresar lo que sientes. Lo único que no tengo que olvidar es que si durante esta experiencia fallan mis planes no será porque no lo haya intentado.

Un beso muy grande y disfrutad del verano como si fuera el último,

France.